lunes, 11 de mayo de 2009

EL DESAFÍO DE ACUARIUS

¿Qué es una ERA?.

Como todo cuanto se refiere a nuestra medida del tiempo, una era es una convención, una abstracción intelectual humana, basada en milenarias observaciones y especulaciones sobre el insondable espacio del que aún lo ignoramos casi todo y sobre la influencia sobre el planeta Gaia, o Tierra, y sobre cada uno de nosotros de las poderosas energías de los cuerpos visibles del Sistema Solar que constituyen la flota de astros con la que navegamos por la minúscula galaxia Vía Láctea en nuestro universo local.

El Polo Celeste (extensión imaginaria del Polo Norte terrestre) ejecuta un movimiento circular, de Este a Oeste, que demora 25.794 años (este número aún no es un consenso entre los estudiosos) para volver al punto de donde salió. A medida que va describiendo este movimiento, hay un desplazamiento en relación a la constelación que marca el Equinoccio de Primavera en el Hemisferio Norte.

Así, para la llamada Cultura Occidental Terrestre, nieta de la Greco-Romana-Judaica, hace cerca de 2 mil años era la constelación de Aries la que inauguraba el Equinoccio de primavera. Ahora es Piscis quien todavía lo hace. En muy breve tiempo, será Acuario

CUÁNDO ENTRARÁ LA ERA DE ACUARIUS:

Aunque no existe consenso, en 1929, la Unión Astronómica Internacional definió que la actual Era de Piscis se inició alrededor de 500 d.C. y que, siendo una constelación mayor, la transición para Acuarius tendrá lugar sólo alrededor de 2600 d.C. Así que el verdadero carácter de la Era se vivirá hacia el siglo XXV.
Sin embargo, es también sobreentendido por los
astrólogos que una Era no es una división matemática del tiempo, sino un proceso. "Orbe de influencia" significa que una Era inicia su influencia, de un modo cada vez más visible, antes del final de la Era anterior.


Acerca de los efectos visibles de ésto en la humanidad, es claro que ya hemos comenzado a sentir las influencias de Aquárius (designadas como Orbe de influencia) en el desarrollo acelerado a nivel individual, social, cultural, científico y tecnológico y en la globalización acontecidos a lo largo de todo el siglo XX.
Según la visión de algunas corrientes del cristianismo, la Era de Aquário surgiría para sustituir a de Piscis o Peces, siendo que el pez tuvo el sentido de representar el símbolo del cristianismo (debido as la iniciales de Jesus Cristo en griego), Y así fue usado por los primeros cristianos en las catacumbas. Así, la Era de Aquário sería la época definida por la Bíblia como de dominio del
Anticristo, la Era en la que la Tierra estaría fuera de la influencia de la Religión Cristiana oficial.


Sin embargo, el Cristianismo Esotérico dice que, superado el fariseísmo vaticanista, Acuarius supondría, finalmente, la verdadera vivencia y el real conocimiento de las enseñanzas más profundas e interiores que Cristo menciona en Mateus 13:11 y Lucas 8:10. Esta Era es vista por ellos como una preparación intermedia para “la Nueva Galilea:” o los "nuevos cielos y una nueva tierra" que vendrán en un tiempo futuro no identificado. En Acuário, que se aproxima, se espera la venida ("está viniendo") de un grande Instructor espiritual, a través de la escuela que funciona como precursora de esta Era, en un esfuerzo "para dar el Espíritu Cristiano un impulso en una nueva dirección"


Ateniêndonos al carácter del signo, se predice en general que a Era Acuariana será una era de fraternidad universal basada en la razón, donde será posible solucionar los problemas sociales de manera equitativa para todos y con grandiosas oportunidades para el desarrollo
intelectual y espiritual , dado que Acuarius es un signo aéreo, científico, intelectual y su planeta regente, Urano, está asociado con la intuición (conocimiento más allá de la razón) y con las percepciones directas del corazón. A nivel mundano, este planeta rige la electricidad, el dominio de las ondas, de las radiaciones sutíles y del espacio, junto con la más avanzada tecnología.

(mire la ilustración arriba y perciba como el Zodíaco es recorrido de atrás para delante).

Astronómicamente, por lo tanto, la primavera en el Hemisferio Norte está iniciándose con la constelación de Piscis, aunque astrológicamente (porque la Astrología es una tradición y una simbología, y las tradiciones demoran mucho en adaptarse a la observación científica) …el signo que representa la primavera continúa siendo Áries.

Dividiéndose 25.794 años entre los doce signos, podemos decir que cada era astrológica duraría cerca de 2.149 años. Así, hay estudiosos que dicen que a Era de Acuarius ya comenzó, y otros creen que ella se iniciará de aquí a cerca de 150 años. Sin embargo, la mayoría de los astrólogos cree que estemos en una fase de TRANSICIÓN entre a Era de Piscis y la de Acuarius.

…O sea, que aún estamos vivimos de acuerdo con todos los modelos, convenciones y paradigmas mentales de la Era de Piscis, al tiempo que los espíritus más visionarios y adelantados (también los más inconformes con la lenta marcha del resto de la Humanidad y con los primitivos conflictos que no consigue resolver) …ya están anticipando posibles soluciones para esos desafíos, y con ello configurando las condiciones de nuestro juego vital conjunto en la próxima Era, en una época en la que ya hemos salido del huevo de nuestro planeta y nos preparamos para iniciar una expansión exploradora y descubridora por el espacio que nos circunda.

LOS SÍMBOLOS DE LAS ERAS

Cada Era es representada en la Cultura Occidental de Gaia por símbolos que los Griegos y Romanos establecieron (no olvide que los Chinos, Mayas y otras variadas culturas tienen sus propias convenciones astrológicas) …y que alcanzan la máxima importancia durante su vigencia.

Así, por ejemplo, durante a Era de Tauro (aproximadamente, entre 4000 y 2000 años antes de Cristo), el toro fue adorado en el Egipto ancestral, representado como el buey Apis y en el último imperio matriarcal, la civilización de la isla de Creta, como el culto al Minotauro (criatura con cabeza de toro y cuerpo humano).

En la Era siguiente, Aries, el cordero, surgió en incontables manifestaciones religiosas, como Amon-Rá en el período de auge de la prolongada civilización Egipcia, el dios con cabeza de cordero; (o en el mito del Vellocino de Oro, que inaugura el predominio de la civilización aria y patriarcal griega sobre el Mar Negro de las Amazonas y el Mediterráneo Oriental, antes ámbitos matriarcales), o como uno de los símbolos del impulso guerrero y conquistador de la Civilización de la República Romana, verdaderos hijos del fiero dios Marte.

Y, en la Era de Piscis, el pez, o los dos peces, se hicieron el símbolo sagrado de los cristianos sumergidos en las catacumbas, que aspiraban a una Nueva Era en la que la religión del Maestro de Pescadores sustituyera por fin a la soberbia perseguidora del Imperio Romano, que había convertido en dioses a sus tiranos y que castigaba con el martirio a quien se negara a ofrendarles sacrificios.
. Cada Era tiene también sus “avatares”, que serían figuras históricas que concentrarían todas las características que ellas cargan. Moisés, por ejemplo, que convocó al pueblo judío para abandonar su esclavitud en Egipto y para vagar 40 duros años a través del desierto hasta cambiar su mentalidad y alcanzar el derecho a penetrar en la cercana Tierra Prometida, habría sido un avatar de la Era de Aries, así como Jesús el Cristo habría sido un avatar de la Era de Peces.

Cada Era destaca todas las cuestiones del signo que lo representa, pero también del signo que se opone a él. Así, por ejemplo, a Era de Tauro conoció el represamiento (Toro, signo del elemento Tierra, relacionado la forma) de las aguas del Nilo, del Tigris y Éufrates, del Indo… (Escorpión, signo del elemento Agua), y se sabe que este hecho tuvo fundamental importancia en el desarrollo de la civilización egipcia, mesopotámica, hindú...

Fue en esta Era de Tauro que surgieron las religiones conectadas a la tierra, y que el ser humano comenzó a establecerse, abandonando el nomadismo en el que le habían forzosamente precipitado el hundimiento de las antediluvianas civilizaciones Lemuriana y Atlante de las Eras anteriores. Conflictos de dominación y poder (típicos del eje Toro y Escorpión) estuvieron presentes durante toda esta Era.

A Era de Aries fue caracterizada por guerras, disputas y por el surgimiento de una religión patriarcal de dioses masculinos y guerreros, armados de espadas de bronce y hierro (Aries es un signo de polaridad masculina), en oposición al matriarcado y a sus diosas, que predominaban antes de la Era de los Metales. Los Arianos inventaron la propiedad privada, el matrimonio y el derecho de herencia patrilineal para someterlas y sujetarlas. En esta época también se desarrollaron la cultura y los artes (Libra, signo opuesto a Aries), y surgió el budismo, una religión típicamente Libriana, por predicar el “camino del medio”.


La Era de PISCIS desplaza el centro de acción de la Civilización Occidental más al Oeste, desde Oriente Medio hacia Europa. El Cristianismo nace junto con la Era de Piscis, y gran parte de los hechos históricos que siguen están relacionados con él: desde la persecución de los primeros cristianos hasta el momento en que la Iglesia Católica angaria un poder universal. Durante la Edad Media, la Iglesia controla toda y cualquier forma de conocimiento, y sus preceptos ejercen una inflexible influencia sobre las personas.

Es el auge de la fuerza intolerante de la CREENCIA (bien característica de Piscis), en la que la coacción no consiste en multar, encerrar o matar al que no está de acuerdo con el sistema de creencias establecido, sino, mucho más, condenarla a quemarse eternamente en el fuego del Infierno (activando la naturaleza supersticiosa, mística e impresionable inherente a Piscis). Sin embargo, son los intereses mundanos y materialistas (reflejos de Virgo, signo de la Tierra, de naturaleza material) los que mueven la venta de perdones (las llamadas “indulgencias”, que provocarán una reacción protestante, igualmente pisciana, creyente e intolerante, más adelante).

La místicamente violenta Era de Piscis también conoce las cruzadas religiosas, las “guerras santas” contra otra religión, igualmente intolerante, surgida en esa época, el Islam, y ambas son tenazmente proselitistas en la difusión mundial de sus creencias, considerando infieles a quienes no comulgan con ellas.

Marcada por un intenso fervor religioso. La Filosofía Occidental de la Era de Piscis que se corrió por todos los continentes (aunque muchas veces aplicada de manera totalmente opuesta a las enseñanzas de sus Maestros Fundadores) es la necesidad de redención, salvación eterna mediante superación de la materia y devoción a un ideal espiritual.

El signo de VIRGO, opuesto al de Piscis, también se manifiesta en esta Era, sobre todo en su mitad, cuando las estatuas de la Virgen maría sustituyeron al Cristo Rey en la portada de las catedrales góticas construidas por los Templarios. VIRGO trae el desarrollo de la ciencia, así como los subproductos de ello, tales como el racionalismo a ultranza (Pensamiento Cartesiano y Método Científico), el escepticismo y el descarte de cualquier posible verdad que no pueda ser comprobada y clasificada según los moldes conocidos. Virgo es, también, el signo conectado al cuerpo, al orgánico, al animal, al vegetal… y nunca el Planeta Tierra, como un gran organismo vivo, se vio tan amenazada por la industrialización, la propiedad, el armamentismo y el comercio, al tiempo que nunca el ser humano profundizó tanto en su capacidad de desvelar meticulosamente (típico del carácter virginiano) cómo cada parte del mundo funciona.

Virgo es también el signo de la manipulación e intervención, y la Era de Piscis trajo una posibilidad sin precedentes de modificación del medio ambiente físico. Por esa causa tratamos a la naturaleza como un recurso inagotable a explotar, extinguimos especies animales y vegetales, y contaminamos hasta casi el ecocidio el planeta y su atmósfera. También creamos un estilo de vida artificial, desvinculado de los ritmos naturales, en que el endiosamiento del trabajo y de la ambición por hacer dinero (uno de los temas de Virgo) que trajo vida productiva en exceso (generando mayor contaminación, stress y muchas enfermedades físicas y psicológicas). Como compensación, desarrollamos remedios y soluciones innovadoras y creamos inventos que nos abrieron posibilidades.
Hoy tenemos incontables comodidades y facilidades materiales, gracias al interés virginiano por alcanzar soluciones prácticas.

La Era Piscis-Virgo contuvo una profunda necesidad de significado, de encontrar el sentido esencial de la vida,, aunque, en muchos momentos, esto quedó oscurecido por la manipulación religiosa pisciana o por el materialismo virginiano. Hacia el final de la Era de Peces por fin salieron a la luz pública los conocimientos esotéricos y las creencias no ortodoxas, antiguas y recientes, que la intolerancia había mantenido ocultos.

LA LLAMADA DE ACUARIUS-LEO:


Con ello, estamos ya viviendo la gran llamada para comenzar a construir la Era de Acuarius. El desarrollo científico se acelera y se refina con Einstein, la Física Cuántica, y el estudio subsiguiente de las energías más sutiles y de la influencia de la mente humana sobre su comportamiento.

Comienzan a surgir filosofías, religiones y sistemas de creencia basados en la potencia creativa de la mente para moldear la realidad de acuerdo con nuestros sueños intuidos.

Se afianza, con ello, la creencia de que también podemos ser aprendices de dioses o, mejor, Seres Divinos o unidades de manifestación del Gran Ser Unimúltiple (un modo acuariano de pensar en nuestra extraordinaria capacidad para co-crear). Hay un fuerte deseo por desarrollar foros, formas y métodos para resolver nuestras diferencias y de conseguir que continuemos siendo cada vez más tolerantes y abiertos, así como por liberarnos de viejos condicionamientos tradicionales que nos acompañan y nos complican la vida hace milenios.

Por otro lado, los nuevos pensadores comienzan a imaginar un futuro forjado por una racionalidad tan fría (por hastío del misticismo supersticioso y cerril de Piscis) que podría simbolizar la “sombra” de Acuario si llegara a imperar EL NUEVO ORDEN GLOBALIZADOR que inaugura la Era desde la óptica e intereses de los dominadores del Viejo Sistema. Un mundo en que la sociedad planetaria podría ser tan rígida, controlada y uniformemente organizada “para bien del conjunto”, que se generalizara obligatoriamente el implante de chips en el cuerpo de las personas, acabando por anular su voluntad, iniciativa y creatividad individuales.

Tales tendencias controladoras son simbolizadas por el signo de LEO, opuesto al de Acuarius. Si llegasen a imperar a lo largo de la Era las características más negativas de Leo, tendríamos un mundo con tanto poder de intervención que prácticamente podríamos “fabricar” un ser humano a gusto del sistema dominante (con todos los peligros que conlleva de progresiva robotización de la Humanidad, ya muy estudiados por la literatura de anticipación). Un mundo en que la potencia acuariana para producir avanzadísimos desarrollos tecnológicos pudiera abrir espacio para facilitar terribles formas de control y centralización leoninas, que intentaran, precisamente, sofocar el espíritu de libertad de Acuario (una de las necesidades más fuertes de este signo).

En realidad, en todas y cada una de las Eras hubo dificultad para conseguir el equilibrio entre los dos signos opuestos envueltos, y ese fue el desafío de la Era.

Por ejemplo, la Humanidad pasó buena parte de la Era de Piscis teniendo su capacidad de análisis y discernimiento (simbolizada por Virgo) bloqueada por creencias impuestas desde arriba para abajo por Piscis. Sólo a partir del siglo XIX, el espíritu científico pudo desarrollarse sin tan feroz oposición de quienes dominaban a la sociedad por medio de las creencias.

Fue entonces Virgo quien que asumió la supremacía sobre la Era. Se descartó cuanto no se podía explicar racionalmente y se inició un periodo de excesiva racionalidad y fragmentación especializada del Conocimiento, que resultó en el surgimiento masivo de enfermedades emocionales consecuencia de la falta de conexión con algo mayor, lo que provocó un angustiante vacío interior que una enorme cantidad de seres humanos sólo son capaces de acalmar drogándose.

La Era de Acuarius, por cuya implantación lo más armónica posible trabajamos (para nuestro bien, el de nuestros descendientes, y el de nuestras reencarnaciones futuras), no es, por lo tanto, una Era que automáticamente va a conducirnos a la fraternidad universal, a una comprensión extraordinaria de quién somos y de lo que el mundo es, a mejores formas de organización, o a un descubrimiento y adecuada utilización sin precedentes de nuestro poder mental. ESO ES NUESTRO DESAFÍO Y
NUESTRO TRABAJO A REALIZAR.


…Porque Acuario no es un signo mejor que Piscis, así como Piscis no es mejor que Aries, ni ningún signo mejor que otro. Y NO EXISTE NINGUNA EVOLUCIÓN HUMANA EN CONTINUA ASCENSIÓN, sino un continuo desvelamiento o bloqueo de las potencialidades de nuestra Esencia, que contiene en sí a la perfecta Totalidad Unimúltiple, en la que cabe todo, sin predominio de dualismo alguno. EL DUALISMO sólo es una percepción polarizada y radical de las cosas por parte del ser humano cuando se ciega, y parte importante de nuestro desafío en el juego vital eterno que jugamos es limpiarnos con frecuencia de esa percepción radical y limitante.

En cada Era, nosotros tenemos elecciones que hacer. La tecnología, principal promesa de la Era de Acuario, tanto puede llevarnos a una separación de nuestro lado instintivo, haciendo todo excesivamente lógico y frío, como puede ser tan perfeccionada que nos lleve a sanar los problemas que hasta ahora creamos con el uso desconsiderado, explotador, antisustentable, egoísta e inmediatista de ella.

La penetrante mente acuariana tanto puede llevarnos a conseguir que rompamos con antiguos comportamientos dañinos para con nosotros mismos, la sociedad o el medio, como traernos agitación, alienación y rebelión, síntomas ya presentes actualmente. La Era de Acuarius será, a buen seguro, caracterizada por un gran cambio en relación a las otras Eras, porque este espíritu revolucionario, reformulador y, además, comunitariamente tenaz en la consecución de sus objetivos para bien de la colectividad, forma parte del símbolo de Acuario. ¿Pero ésto nos llevará a un mundo realmente mejor? Finalmente ¿quien tendrá razón: los intelectuales que prevén un mundo frío, excesivamente racional y controlado, o los místicos que hablan en una era de amor?¿O se conseguirá el tan anhelado equilibrio?

El potencial de la Era de Acuarius sería para que nos viéramos como una sola y diversa raza humana (ya que hasta ahora nos hemos dedicado bastante a aniquilarnos mutuamente), considerando, incluso a las posibles otras formas de razas humanas existentes en el vasto Universo y, a partir de eso, nos uniéramos DIVERSIGÉTICAMENTE, esto es, tratando de conseguir la armonía de los diversos, siendo capaces, por esta razón, de avances inimaginables, y de crear un nuevo sistema de vida, que rompiera íntegramente con lo que de negativo vivimos hasta aquí.

Una Era de Acuario realmente avanzada nunca descartaría que viniéramos a realizar un intercambio con otros habitantes de otros planetas y dimensiones, sea a través del desarrollo del poder canalizador y telépata de la mente como usando tecnologías revolucionarias, o sea porque finalmente estaríamos listos para el GRAN CONTACTO o nos lo encontráramos en nuestra ya iniciada exploración del Espacio.

Una Era de Acuarius “bien vivida” tendrá que tener presentes los ATRIBUTOS POSITIVOS de su signo opuesto y siempre presente, LEÓN, tales como la valorización del individuo y de la creatividad, del corazón y del calor humano, para que la sociedad no se haga demasiado fría, mecánica y lógica. El bienestar del individuo (León) tendrá que ser tomado en consideración tanto cuánto el bienestar del grupo (Acuario), pues uno no puede predominar sobre el otro sin que esto genere desequilibrios. Sólo que a Era de Aquarius no va a traer todo esto sin trabajarlo.

Nosotros tendremos que conquistar esta “promesa” positiva que está embutida en el carácter del período que iniciamos. Estaremos siendo llamados a hacer buenas elecciones y decisiones tanto como lo fuimos en otras Eras de nuestra experiencia de vida y de vidas a lo largo de la Eternidad.
Por ejemplo, la Era de Piscis, presidida por un avatar de la talla del Maestro Jesús, podría haber sido muy especial en términos de compasión y ablandamiento de nuestras características más destructivas y agresivas… pero no lo fue. En vez de eso, apareció el lado negativo y fariseo de Peces, manifestado en ceguera, intolerancia, fanatismo, incomprensión e histeria creyente y excluyente (las muchas formas de Santas Inquisiciones, por ejemplo).

Usted tal vez se pregunte lo que puede hacer, como individuo, para que todos podamos realmente comenzar una Nueva Era, un nuevo y mejor tiempo, transfiriendo al colectivo el potencial que ya existe en individuos más evolucionados, pero que nunca existió en escala mayor.

Simplemente, CONOZCA Y CULTIVE EN CONJUNCIÓN ARMÓNICA LOS ASPECTOS POSITIVOS DE ACUARIUS Y DE LEO. Mire más para el colectivo, hacia la comunidad. Interésese más por ellos. No vea su vida como limitada asólo su casa y a las personas de su sangre y próximas, prolongación de su egoísmo o del nacionalismo de su tribu.

Mientras haya personas o pueblos miserables, explotados, esclavizados o carentes en el mundo aún el más lindo rincón con la mayor armonía podrá ser alcanzado por los males que genere. Acuario quiere decir comprensión de que todos somos un pueblo sólo, QUE TODOS SOMOS UNO, FINALMENTE. A la hora en que nos veamos como el pueblo de la Tierra, que es por ella misma responsable, y cuando nos consideremos abiertos a la posibilidad de hermanarnos con otros seres humanos que sin duda existen en el inmenso universo, ahí sí estaremos entrando en una nueva Era.

Sin el desarrollo de eso, a Era de Acuarius sería tan conflictiva cómo todas las otras, hasta que resolvamos cambiar. La elección sólo puede ser la de cada uno de nosotros, y ahora mismo.


Desarrollado por Manuel Castelin a partir de un texto en Portugués de Vanessa Tuleski, de 2001, muito obrigado, Vanesa.
http://www.vanessatuleski.com.br/artigos/eras.htm

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