Juan Castellanos, fundador de la Ecoaldea Pachamama de Calarcá, Quindío, me llevó, con su esposa Marlene , a visitar la Granja Las Delicias, cerca de Córdoba, asegurándome que, aunque no se denominaba ecoaldea, era el mejor modelo que había en Colombia de lo que podría ser una de ellas.
Llegamos allí y, efectivamente me quedé sorprendido al ver la excelencia, amplitud y orden de las instalaciones agrícolas en las que un gran número de personas, en su mayoría jóvenes de ambos sexos, producían alimentos impecablemente orgánicos para los dos restaurantes NATURAL FOOD PLAZA que el Movimiento Adventista tiene en Armenia,
Nos entrevistamos con David Quiroga, el administrador, y con Nicolás Barros, docente de Agricultura Orgánica, personas amables y serias, claramente encuadrados dentro de los parámetros de una organización religiosa bien disciplinada que entiende la espiritualidad como concentración y realización en el servicio a los demás sin frivolidades ni vacilaciones.
A pesar de esta disciplina, que cuidaba, sobre todo de que hubiese una ordenada separación en las relaciones entre casi un centenar de jóvenes de ambos sexos que se formaban, mientras se sustentaban con su propio trabajo comunitario, la mentalidad que mostraban parecía de una apertura mucho mayor que la que caracteriza a primera vista a otras organizaciones evangélicas.
-“Nos hemos concentrado en crear una estructura comunitaria familiar para personas que , por convicción, adoptan una actitud de crecer en el servicio. Hay aquí una gran interrelación entre padres, maestros y bachilleres, y una educación familiar con valores cristianos en la que se fomenta estudiar por el gusto de estudiar y saber.
Aquí no hay niños ni menores sin familia, ni se permiten noviazgos inmaduros que relajen el trabajo y el estudio. Si se dieran, les explicamos tranquilamente que éste no es el lugar para eso y que, si desean continuarlos, deben buscarse otro.
Cuidamos mucho la filosofía y los valores que hay atrás de las enseñanzas. A los 18 años apoyamos a quien quiera estudiar una carrera, aunque, quien lo desee, puede seguir trabajando en la agricultura al tiempo que formándose para apoyar nestros servicios terapéuticos, o incluso para salir de aquí como misioneros y replicar en otras partes esta experiencia, siempre de una manera independiente, sin depender de jerarquías, , autorregulando su autonomía entre ellos mismos y Dios.”
-“Tenemos los cuatro módulos básicos de la educación formal y desarrollamos las ciencias aplicadas y prácticas, la psicología cristiana, con dos años de especialización en conocimiento e interpretación de la Biblia, y la salud preventiva, que parte del principio hipocrático de que tu alimento es tu medicina. Por eso nos interesa cultivarlos desde la fuente de una manera totalmente sana, para dar garantía total a nuestros tratamientos. TODO LO QUE PRETENDEMOS ES CONTRIBUIR A QUE LA GENTE QUE LO DESEE PUEDA VIVIR DE UNA MANERA INTEGRALMENTE MÁS SANA. Integral, porque sabemos como las emociones y sentimientos negativos repercuten en una mala salud.”
-“Sabemos del poder creativo de la mente, para bien o mal del cuerpo que piensa y siente, y por eso educamos en las leyes mentales y espirituales que minimizan el poder del rencor, del odio, del orgullo y demás pasiones destructivas de los demás y de uno mismo. Utilizamos muchos métodos para tratar estas enfermedades del alma, pero el principal es orar, hablar con Dios, con lo más elevado de nosotros mismos y de todo cuanto vive.
Conocemos bien la inmensa sanación que causa el perdón y el vaciamiento de energías negativas represadas que supone. Estimulamos a nuestros pacientes a que perdonen, como una verdadera terapia profunda de limpieza interna en todos los niveles. Muchos bloqueos que causaron enfermedades crónicas se resuelven justo después de un perdón sincero a quienes se consideraban enemigos.”
-“Sabemos bien que cada 21 días todas nuestras células se renuevan, incluída la memoria que almacenan. Es por eso que recibimos en nuestro sanatorio a personas con problemas y les damos un tratamiento de alimentación sana, física, emocional, mental y espiritual, durante 21 días. Lo que pretendemos es ayudarles a desprenderse de hábitos indeseables antiguos, mientras siguen con una vida activa y servicial, y a sustituirlos por hábitos sanos nuevos, que ya fueron implantados en sus células renovadas. Después, es cosa del propio paciente mantenerse en lo nuevo o volver a dejarse polucionar de lo viejo, es su libertad.”
-“Animamos a quienes obtuvieron buenos resultados a que los divulguen, y muchos salen con el deseo de enseñar y transformar desinteresadamente.
Aparte de eso, en la Comunidad imprimimos libros sobre salud preventiva y valores, de manera que sirvan de multiplicadores de nuestras enseñanzas. Realizamos trueques con el municipio en cuanto a proyección social y a la formación de profesores en Agricultura Orgánica, nos administramos bien en cuanto a nuestra sustentabilidad básica y formativa, pero es la Abundancia Divina la que cuida de que no les falte lo necesario a quienes la están sirviendo.”
-“ Nuestra parte de salud” -nos decía en el sanatorio una entusiasta doctora, después que nos mostró sus muchas instalaciones, sauna, baños de hierbas y de barro, cuarto de masajes, cocina y laboratorio natural y sus cuartos para pacientes- “es la que más nos aporta, unos pagan por otros que no pueden pagar. No se les cobra a los vecinos tampoco, Gracias a donaciones de gente agradecida hemos podido ir mejorando nuestras instalaciones, de forma que hoy, hasta podemos ofrecer un hospedaje en apartamentos a aquellos de nuestros pacientes que desean estar acompañados por sus familiares durante los 21 días de tratamiento. Estas comodidades que brindamos nos generan ingresos que permiten atender también a personas con menor capacidad de gasto.”
En la página web http://www.fundacionlasdelicias.org se puede profundizar en la información sobre esta obra como llegar allá y como acceder a sus servicios.
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